sábado, 11 de enero de 2014

Sabadito de flojera

Después de haber pasado la noche en vela por uno de mis changos que está enfermo, hoy la pasamos tranquilos en casa descansando un poco, comiendo lo que no debía pero disfrutando mucho. 

En ocasiones como ésta recuerdo la época de cuando fui niña, mi mamá no tenía que luchar para que apagáramos una tablet, o el videojuego, vaya... Ni la tele, sus gritos se limitaban a: "ya métanseeeeee!" Con aquella facilidad nos pasábamos horas jugando a las escondidas, policías y ladrones, bote pateado, avioncito, burro castigado, elástico, etc. Podían darnos las 9 de la noche y tan campantes tanto nuestros papás como nosotros obviamente. La mañana después de Navidad era típico salir a la calle con lo que te había traído Santa. Y así podría listar mil cosas. 
Actualmente los niños se sienten "mutilados" cuando les dices: "apaga el iPad", "se acabó el tiempo de videojuegos", obviamente la situación ya no está como para dejarlos salir a jugara la calle... menos solos, y nosotros como papás aprovechamos la "ventaja" de tener estos aparatejos que nos permiten un momento de tranquilidad, o aplacarlos mientras esperamos una cita al doctor.
Después de ver el show que representaba decirles que lo apaguen, o cuando se les acaba la pila por ejemplo, me si a la tarea de siempre traer crayolas, alguna libretita, e incluso plastilina; me he dado cuenta de que eso los entretiene más y los hace pelearse menos entre ellos. El plus es la estimulación creativa, y desarrollo de motricidad fina. 
Hoy jugamos con los clones de star wars, a recoger la casa (si, como un juego), hicimos unas manualidades de minecraft, coloreamos y jugamos plastilina. Fuimos libres de la tecnología :)


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